Creemos en una economía libre, dinámica y humana, donde la innovación y la justicia social caminen juntas. Defendemos los derechos laborales y sociales conquistados, y asumimos que el siglo XXI nos exige adaptarlos a un nuevo tiempo, marcado por la inteligencia artificial, la transformación tecnológica y la globalización.

Somos reformistas, no revolucionarios: confiamos en el cambio como herramienta de progreso y no tememos a transformarlo todo cuando sea necesario para no quedar atrapados en el inmovilismo o el conservadurismo.

Sostenemos un liberalismo republicano que impulsa la desregulación inteligente, la liberación de las capacidades creadoras y la apertura a nuevos sectores productivos. Solo así podremos generar más y mejores “nuevos empleos” y “empleos nuevos”, capaces de integrar a todos en un Uruguay que innova, produce y progresa con libertad, equidad y visión de futuro.

Somos férreos convencidos que el hombre libre desarrolla mejores cosas. Esto aplica a la economía y generación de empleos.